LANZAN Y DESALOJAN A MUJER DE 88 AÑOS DE EDAD DE SU HOGAR EN EL CENTRO DE XALAPA; "NO SE VIOLARON SUS DERECHOS", ALEGA ABOGADO

Xalapa, Ver.

Martes 11 de Febrero de 2020

Una mujer de 88 años de edad conocida como "doña luchita", al parecer finalmente ha perdido la batalla legal que la despojó hoy lunes de lo que fue su hogar por toda la vida, incluido el esfuerzo de su padre quien fue el que erigió los primeros muros del domicilio que hoy se ubica en la calle de Miguel Palacios número 70, pleno centro de Xalapa, a unas cuantas calles de los Palacios Municipal y de Gobierno.

Un pleito legal emprendido por la nieta de la ahora desamparada mujer culminó esta mañana con el desalojo "legal" de la ancianita, quien tuvo que ser sacada en silla de ruedas de su casa en medio de la ira, consternación e impotencia de varios vecinos que por años convivieron con ella, viendo pasar la historia de la capital por su calle.

Un camión de mudanzas, actuarios, abogados, policías, quienes con rostros también plagados de impotencia y tristeza, tuvieron que obedecer el mandato judicial en el que se "legalizó" el lanzamiento de la indefensa mujer.

 Luz María Landeros Becerra, de 88 años de edad ha sido la víctima de este atropello, que según el abogado de quienes emprendieron la lucha legal para quedarse con la casa, el hijo y la nieta de la anciana, "a quien yo cuidé desde chiquita", Beatriz Alicia Gea González y David González Landero, "no se violaron ninguno de los derechos de doña luchita".

Solamente otra de las hijas de la afligida anciana, de nombre Piedad González Landero, permaneció a su lado, conteniendo en todo momento las emociones, pero aún con el rostro desencajado dándole ánimos, al igual que lo hacían los policías que la condujeron con muchos cuidados, pero visiblemente consternados y hasta molestos por el mandato judicial con el que estaban cumpliendo.

Dada la hora del lanzamiento, las 07:45 de la mañana, varias personas, vecinos todos de 'doña luchita', aún en pantuflas y pijamas, salieron a brindarle apoyo y a atestiguar cómo el hogar de la anciana era vaciado por los cargadores, admirados "de la justicia" que opera en Veracruz.