Xalapa, Ver.- Lunes 13 de Mayo de 2019.- El secretario de Gobierno de Veracruz Eric Patrocinio Cisneros Burgos dio seguimiento a su posición de ataque contra el fiscal general del estado Jorge Winckler Ortiz, en esta ocasión "presumiendo" que la Fiscalía habría proporcionado vehículos para que delincuentes de alto nivel se trasladaran, además de mantener su señalamiento sobre que "se escondieron hasta dos años" órdenes de aprehensión dictadas contra presuntos integrantes de células delictivas, además de que "hay un intento de desestabilizar al Estado" y su "presunción" más importante: "...hay sospechas fundadas de que forma parte del crimen organizado".
Entrevistado esta mañana cuando desayunó en conocido restaurante del centro de Xalapa con el Presidente del Poder Judicial, Eric Cisneros se lanzó nuevamente fuerte contra el fiscal Jorge Winckler, de quien criticó prácticamente todo su desempeño, pero en esta ocasión fue más allá "al presumir" (porque fue claro en advertir que "no lo afirmo") que el fiscal tendría alguna clase de relación con integrantes de células delictivas.
Para sostener su argumento, dijo que "Jesús N' alias el lagarto", presunto delincuente que es señalado como uno de los involucrados en la masacre del viernes santo en Minatitlán, "se presume" que habría utilizado vehículos propiedad de la Fiscalía del Estado, aunque Eric Cisneros no aclaró si los vehículos los usó, antes, durante o después de su supuesta participación en la matanza de 13 personas incluidos un niño de 1 año.
Indicó que la posición del fiscal "pretendería" un proyecto de desestabilización en el estado de Veracruz, aunque tampoco concretó cuál sería exactamente la estrategia utilizada.
Y por último, también bajo el concepto de "presunción", aseveró: "Yo digo y sostengo que el Fiscal General del Estado de Veracruz hay sospechas fundadas de que forma parte del crimen organizado y ahora lo vamos a confirmar".
Defendió el contexto de la denuncia que presentó junto al secretario de Seguridad Hugo Maldonado ante la Fiscalía General de la República, porque presumiblemente el fiscal buscó "esconder" más de 200 órdenes de aprehensión, "en algunos casos hasta dos años"; en ese sentido dijo que en una respuesta pública que dio el fiscal luego de la denuncia, "no negó que haya escondido las órdenes de aprehensión".
Por último lanzó lo que para algunos fue una amenaza velada: "viene un parteaguas, ahora vamos a saber quiénes están del lado de los veracruzanos y quiénes no", y en ese contexto dejó ver que habrá represalias contra periodistas "que han defendido lo indefendible".
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